El Asesor Fiscal
O de como alcancé una relación de confianza con un gran profesional
Las Navidades pasadas había recibido un regalo inesperado. Estuve trabajando durante un año en casa de un señor mayor. Me contrataron para su cuidado y atención; aunque tenía varios nietos y sobrinos, muy pocas veces iban a verle y nadie tenía tiempo para simplemente pasar el rato con él. En cuanto nos conocimos congeniamos y enseguida empezamos a llevarnos estupendamente. Jugábamos a las cartas, ajedrez y parchís, paseáb...